EL DÉFICIT PÚBLICO DE ESPAÑA.
El déficit público de España ha dejado de preocupar a la UE
- Rehn elogia los avances hechos por Estado y autonomías y apunta una relajación de los objetivos si siguen los ajustes
El comisario europeo de asuntos Económicos, Olli Rehn, reconoció ayer en Madrid el esfuerzo realizado por el Estado y las comunidades autónomas en el proceso de ajuste de las cuentas públicas durante el pasado año. «Las comunidades autónomas están ahora en mejores condiciones de cumplir los compromisos de estabilidad presupuestaria». El ministro de Economía, Luis de Guindos, corroboró las impresiones de su colega en la Comisión Europea, que dan a entender que el déficit que finalmente presente el conjunto de las administraciones públicas ha dejado de preocupar al Gobierno comunitario como hace unos meses.
¿Significa eso que puede haber una relajación de los plazos de cumplimiento hasta que España sitúe su déficit por debajo del 3%? La posibilidad sigue abierta. Olli Rehn se remite al próximo día 22 de febrero. La moneda de cambio puede ser que España no abandone sus planes de reformas aun cuando las condiciones de financiación son notablemente mejores que en el verano pasado.
En los próximos días, el Gobierno español hará públicos los resultados finales del pasado año, que situarán el desajuste entre ingresos y gastos en torno al 7% del PIB, como ha venido reiterando el Ejecutivo en las últimas semanas. «El esfuerzo en la ejecución presupuestaria del pasado año ha sido enorme por parte de todas las administraciones públicas, máxime en un contexto de profunda recesión económica. Todas han hecho un esfuerzo intenso en bajar unos niveles insostenibles de déficit», dijo De Guindos, que insistió en que habrá que continuar por esa senda «haciendo una distribución equitativa» entre todas las administraciones.
Para del ministro de Economía, la mayor preocupación del Gobierno sigue siendo la altísima tasa de paro juvenil, que se traduce en un desempleo global del 26% de la población activa, según la última EPA. «Toda la política económica del Gobierno tiene como objetivo reducir esas cifras». Tanto De Guindos como Olli Rehn han coincidido en que resulta esencial el acceso de las pequeñas y medianas empresas a la financiación, porque existe un verdadero cuello de botella tanto en disponibilidad como en condiciones (tipos de interés). Ese objetivo es el que impulsó la reforma de las instituciones financieras en todo el continente y también en España. El ministro español volvió a insistir –como anunciara en entrevista con LA RAZÓN hace nueve días– que el reto económico ahora es que las pymes y los exportadores dispongan de crédito suficiente para contribuir a la recuperación.
Rehn fue preguntado por la posibilidad de combinar los procesos de ajuste fiscal con medidas de política económica más expansivas. «No hay una regla exacta. La consolidación fiscal repercute en el crecimiento del PIB», aseguró, pero incumplir los compromisos como hizo Italia en 2011 tras la intervención del BCE en el mercado secundario acabó por tumbar al Gobierno.
Rehn: «Soy comisario, no adivino»
¿Significa eso que puede haber una relajación de los plazos de cumplimiento hasta que España sitúe su déficit por debajo del 3%? La posibilidad sigue abierta. Olli Rehn se remite al próximo día 22 de febrero. La moneda de cambio puede ser que España no abandone sus planes de reformas aun cuando las condiciones de financiación son notablemente mejores que en el verano pasado.
Compás de espera
El comisario europeo trató de ser lo más hermético posible sobre el asunto e insistió en que «el ritmo impuesto por la Comisión Europea en el proceso de consolidación fiscal es el adecuado teniendo en cuenta todas las variables económicas. Un deterioro grave de la situación económica podría abrir las puertas a una prórroga. En 2012 ya se hizo. Evaluaremos todo antes de dar a conocer las previsiones de invierno el próximo día 22».En los próximos días, el Gobierno español hará públicos los resultados finales del pasado año, que situarán el desajuste entre ingresos y gastos en torno al 7% del PIB, como ha venido reiterando el Ejecutivo en las últimas semanas. «El esfuerzo en la ejecución presupuestaria del pasado año ha sido enorme por parte de todas las administraciones públicas, máxime en un contexto de profunda recesión económica. Todas han hecho un esfuerzo intenso en bajar unos niveles insostenibles de déficit», dijo De Guindos, que insistió en que habrá que continuar por esa senda «haciendo una distribución equitativa» entre todas las administraciones.
Reconocimiento
Europa es consciente de la difícil situación por la que atraviesan muchos españoles, pero también lo es de que la economía española avanza hacia un modelo sostenible. «La reformas darán su fruto aunque haya que esperar un tiempo», subrayó Rehn, quien aseguró que en el presente año la Unión Europea y España darán la vuelta a las cosas. «Hay una mayor confianza en España y una mejor percepción de su política económica».Para del ministro de Economía, la mayor preocupación del Gobierno sigue siendo la altísima tasa de paro juvenil, que se traduce en un desempleo global del 26% de la población activa, según la última EPA. «Toda la política económica del Gobierno tiene como objetivo reducir esas cifras». Tanto De Guindos como Olli Rehn han coincidido en que resulta esencial el acceso de las pequeñas y medianas empresas a la financiación, porque existe un verdadero cuello de botella tanto en disponibilidad como en condiciones (tipos de interés). Ese objetivo es el que impulsó la reforma de las instituciones financieras en todo el continente y también en España. El ministro español volvió a insistir –como anunciara en entrevista con LA RAZÓN hace nueve días– que el reto económico ahora es que las pymes y los exportadores dispongan de crédito suficiente para contribuir a la recuperación.
¿Ajustes o crecimiento?
El comisario europeo cree que la culpa de que el crédito no fluya en el continente se debe a que la UE no se ha enfrentado con la misma rapidez a la crisis bancaria que lo hicieron Suecia o Finlandia en los años 90 o Estados Unidos en 2008. «Ahora hay que restablecer la confianza en el sistema financiero cuanto antes mejor, pero eso lleva su tiempo».Rehn fue preguntado por la posibilidad de combinar los procesos de ajuste fiscal con medidas de política económica más expansivas. «No hay una regla exacta. La consolidación fiscal repercute en el crecimiento del PIB», aseguró, pero incumplir los compromisos como hizo Italia en 2011 tras la intervención del BCE en el mercado secundario acabó por tumbar al Gobierno.
Rehn: «Soy comisario, no adivino»
Ser el máximo responsable de la economía de la Unión Europea no asegura necesariamente que se tenga un conocimiento superior de la situación de todos y cada uno de los países miembros. A Olli Rehn se le preguntó ayer en Madrid acerca de su opinión sobre si España está mejor ahora que hace unos meses, y si ve posibilidades reales de que acabe solicitando la ayuda del Banco Central Europeo: «Soy comisario, no adivino». El marco, dijo, está ahí. El MEDE tiene un programa cautelar para el mercado secundario de deuda y el BCE, para el primario. «Estamos preparados para actuar, pero la decisión final no nos compete a nosotros, sino al Gobierno español», concluyó.