LA PRIMA DE RIESGO ESPAÑOLA.

Cuando la prima pierde riesgo

Si el interés que paga el Estado por colocar su deuda se mantiene en el actual nivel, el ahorro en 2013 será de unos 2.000 millones de euros

Vuelta al punto de partida. A lo largo de esta semana, el interés de la deuda española ha regresado a los niveles propios de noviembre de 2010, cuando el rendimiento del bono a diez años oscilaba en el 4,2%. En cuanto a la prima de riesgo, o diferencial del bono nacional a diez años con su homólogo alemán, el pasado miércoles volvió a bajar de los 300 puntos básicos, un umbral que cruzó en julio de 2011 y que, salvo bajadas esporádicas en marzo del pasado año, no ha vuelto a recuperar. Así, en subastas como las de tres y nueve meses efectuadas la pasada semana se pagaron los intereses más bajos de la serie histórica que comienza en 1991, con un 0,12% y un 0,825% respectivamente. En el vendaval que afecta a los parqués europeos, la deuda española vuela en globo. Pero el mistral puede soplar en cualquier momento.
Según fuentes financieras consultadas, si el interés a pagar por la deuda se mantiene en los niveles registrados esta semana, el Estado se ahorrará en torno a 2.000 millones de euros en el pago de intereses en el presente año, es decir, un 0,2% del Producto Interior Bruto. Según las previsiones del Gobierno, en 2013 se dedicarán 38.660 millones de euros a esta partida: un 3,8% del PIB que superan los 28.848 millones que se destinaron en 2012.
Asimismo, de acuerdo a dichas fuentes, si el rendimiento de los bonos españoles se mantiene al nivel actual, esta financiación a un menor coste para el Estado tardará entre tres y seis meses en trasladarse a la economía, en forma de una reactivación del crédito a hogares y familias con la consecuente creación de empleo y estímulo de la actividad económica. Según estas estimaciones, la bajada de cien puntos de la prima de riesgo repercute positivamente en un 1% de PIB, siempre que se mantenga de forma permanente.
Debido a que el endeudamiento cada vez es mayor, es fundamental para el Estado que el interés a pagar continúe en caída libre para que no drene más recursos que podrían ir destinados a potenciar la economía. De momento, la tendencia es positiva: si en 2012 el coste medio de colocación de la deuda fue del 3,01%, este año el dato es del 2,79%, uno de los más bajos de la serie histórica.
Los expertos consultados indican que nuestro país cada vez se acerca más al interés que le corresponde por sus datos económicos, en torno al 4% frente al 4,2% a los que ha bajado esta semana. En cuanto a la prima de riesgo, el umbral de sostenibilidad apunta a los 200 puntos. «En la prima de riesgo española hay mucho de aversión al riesgo. El interés que tiene España en la actualidad no se aleja en exceso de lo que le corresponde. Si el Gobierno toma medidas y el año que viene se comienza a crecer y a reducir el déficit entonces la prima de riesgo debería bajar de los 200 puntos, el nivel que es sostenible para el Estado», indica el economista jefe para la zona euro de Barclays, Antonio García Pascual. El propio Mariano Rajoy declaró que solo pediría el rescate si el BCE se comprometía a intervenir cuando la prima de riesgo superase los 200 puntos.
Por su parte, el director de la mesa de renta fija de Ahorro y Corporación, Javier Ferrer, considera que el diferencial entre España y Alemania debería estar en los 200 puntos, si bien estima que el bono alemán paga demasiado poco interés en la actualidad. «En la evolución de la prima de riesgo española tiene más importancia el comportamiento de la deuda germana que la marcha de la economía nacional», aventura.

Una euforia incierta

La continuidad del actual coste de financiación en el tiempo, está rodeado de incertidumbre. Tras los malos resultados de desempleo presentados esta semana y el dato de crecimiento del -0,5% del PIB durante el primer trimestre del año anunciado esta semana por el Banco de España, pocos achacan este abaratamiento de la deuda española a una mejora en la confianza de la economía nacional tanto como a motivos externos, según los analistas. En su opinión, los malos indicadores de confianza empresarial recogidos esta semana en Alemania espolearon a los inversores a apostar por una relajación de la política de austeridad en Europa, así como a una bajada de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo. La expansión monetaria del Banco de Japón también potenció el optimismo en los mercados, de acuerdo a Fabregat.
«La prórroga del cumplimiento de déficit fiscal con Bruselas dos años más ha sido una noticia positiva, si bien el principal motivo del rally fue la posibilidad de formar un Gobierno de coalición en Italia, si bien el hecho de que Berlusconi vaya a entrar en él es algo que preocupa a los inversores», indica Ferrer.
Como fuere, el comportamiento futuro depende de la efectividad de las reformas del Gobierno. Políticas que cambien los actuales datos económicos de la economía española. «Con las medidas adecuadas, la prima de riesgo de España debería estar en los 150 puntos. Sin embargo, si el Gobierno no acelera las reformas, quizá no llegue a tiempo. Mi impresión es que el Ejecutivo se ha relajado y está esperando a que Europa reaccione. Y esto nunca lleva a buen puerto», sentencia García Pascual.

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