TODO VALE CONTRA EL PARTIDO POPULAR.
Beiras justifica su puñetazo: 'No merece respeto porque es un narco presidente'
- Sostiene que su golpe en la mesa fue un gesto de transgresión
- El líder nacionalista no se disculpa y augura un estallido social
- Pide a las organizaciones de izquierda que lideren la revuelta ciudadana
El portavoz de Alternativa Galega de Esquerda (AGE), Xosé Manuel Beiras, no tiene intención de dimitir, ni de rectificar su comportamiento hacia el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Y es que Beiras, tras encararse y golpear el escaño del presidente gallego el pasado miércoles en la sesión de control al Ejecutivo en el Parlamento, ha vuelto a justificar este lunes su actuación como un gesto de transgresión que en opinión del líder nacionalista significa: "Mire, usted, no es nadie mamarracho, que lo sepa la gente, que no merece respeto porque es un narco presidente".
Beiras, que pronunció estas palabras en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Santiago, manifestó que no piensa disculparse y que "cuando se disculpe Feijóo, a lo mejor yo también me disculpo".
El veterano líder nacionalista no ha dejado de elevar el listón de la crítica y de la descalificación hacia el presidente gallego desde que sucedieron los hechos y ha enlazado una sesión de reproches contra el mandatario gallego que van desde las fotos con el narcotraficante Marcial Dorado hasta la guerra de Irak o lo atentados del 11 de marzo. Según Beiras, el líder del PP gallego debe pedir perdón por el comportamiento del PP en todos estos acontecimientos "en lugar de distribuir estupefacientes ideológicos y propagandísticos".
La batalla dialéctica emprendida por el portavoz de AGE, secundado por sus socios de Izquierda Unida, comenzó el fin de semana cuando por vez primera le llamó "narco presidente" y lo acusó de mentir a todos los gallegos. Ahora ha elegido la Universidad, y entre los jóvenes estudiantes, ha esbozado su teoría de la rebelión cívica ya que ha augurado "un reventón social" que deben orientar las organizaciones de izquierda para evitar que sea una situación de caos.
Beiras ha incidido en la importancia de la "coordinación, porque los políticos, incluidos "los que intentamos plantar cara" no pueden hacer ese cambio en el Parlamento, con la mayoría existente, aunque estén en situación de "ilegitimidad pero amparados por la legalidad".
Mientras tanto en el PP siguen esperando la dimisión de Beiras. El secretario general del PPdG, Alfonso Rueda, manifestó que debe dimitir y los diputados de la cámara recuerdan constantemente el tiempo transcurrido desde que tuvo lugar el incidente parlamentario y la falta de respuesta de los nacionalistas.
En esta misma línea, y ante los vaticinios de Beiras de un estallido social, el portavoz parlamentario del PP, Pedro Puy, defendió en rueda de prensa, la legitimidad del régimen democrático y representativo. Puy entiende que el cumplimiento de la ley es la única garantía del estado de derecho y recordó que la legitimidad reside en las organizaciones democráticas representadas en las Cortes.
Beiras, que pronunció estas palabras en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Santiago, manifestó que no piensa disculparse y que "cuando se disculpe Feijóo, a lo mejor yo también me disculpo".
El veterano líder nacionalista no ha dejado de elevar el listón de la crítica y de la descalificación hacia el presidente gallego desde que sucedieron los hechos y ha enlazado una sesión de reproches contra el mandatario gallego que van desde las fotos con el narcotraficante Marcial Dorado hasta la guerra de Irak o lo atentados del 11 de marzo. Según Beiras, el líder del PP gallego debe pedir perdón por el comportamiento del PP en todos estos acontecimientos "en lugar de distribuir estupefacientes ideológicos y propagandísticos".
La batalla dialéctica emprendida por el portavoz de AGE, secundado por sus socios de Izquierda Unida, comenzó el fin de semana cuando por vez primera le llamó "narco presidente" y lo acusó de mentir a todos los gallegos. Ahora ha elegido la Universidad, y entre los jóvenes estudiantes, ha esbozado su teoría de la rebelión cívica ya que ha augurado "un reventón social" que deben orientar las organizaciones de izquierda para evitar que sea una situación de caos.
Beiras ha incidido en la importancia de la "coordinación, porque los políticos, incluidos "los que intentamos plantar cara" no pueden hacer ese cambio en el Parlamento, con la mayoría existente, aunque estén en situación de "ilegitimidad pero amparados por la legalidad".
Mientras tanto en el PP siguen esperando la dimisión de Beiras. El secretario general del PPdG, Alfonso Rueda, manifestó que debe dimitir y los diputados de la cámara recuerdan constantemente el tiempo transcurrido desde que tuvo lugar el incidente parlamentario y la falta de respuesta de los nacionalistas.
En esta misma línea, y ante los vaticinios de Beiras de un estallido social, el portavoz parlamentario del PP, Pedro Puy, defendió en rueda de prensa, la legitimidad del régimen democrático y representativo. Puy entiende que el cumplimiento de la ley es la única garantía del estado de derecho y recordó que la legitimidad reside en las organizaciones democráticas representadas en las Cortes.