LAS SUBVENCIONES DEL LÍDER DEL PSOE LEONÉS.
El líder del PSOE en León cobra una subvención por tierras que no trabaja
Incendiaria rueda de prensa la que daba ayer en León Matías Llorente, el carismático líder del sindicato agrario UGAL-UPA. Lo que en un principio parecía una comparecencia corriente y moliente para presentar la tradicional Fiesta Campesina que esta organización llevará a cabo el domingo en la localidad leonesa de Veguellina de Órbigo, se convertía en un ataque directo a la yugular del secretario general del PSOE en la provincia de León, Tino Rodríguez, al que Llorente acusa de estar cobrando todos los años la friolera de 18.000 euros de ayudas correspondientes a la Política Agrícola Comunitaria (PAC) por unas fincas que el dirigente socialista posee en la localidad leonesa de Sena de Luna, pero que no trabaja porque se dedica a jornada completa a la política.
«Es sangrante que cobre este dinero. De acuerdo que es algo legal y que tiene derecho a ello, pero creo que no es ético porque no se dedica a la agricultura», denunciaba Llorente, mientras ironizaba con la posición en la que queda el PSOE, ya que por un lado defiende que las ayudas de la futura PAC vayan al agricultor activo, y por otro permite casos como el de Tino Rodríguez.
Igualmente, Llorente, visiblemente indignado con la situación, denunciaba que el 33 por ciento de las ayudas de la PAC en la provincia de León no van a los verdaderos profesionales agrarios, sino a los 'agricultores de sofá' y a los especuladores que, decía, «no saben ni donde tienen sus tierras ni han cultivado en su vida una puñetera patata».
Declaraciones que echan más leña al fuego a una relación entre el sindicato agrario y el PSOE de más de tres décadas, que se rompía hace un año cuando Llorente acusaba a los socialistas de León de haber perdido credibilidad así como de contar con gente entre sus filas que no vive los problemas del medio rural y que no dialoga, y por no tener capacidad para impulsar el desarrollo de los pueblos de la provincia.
Si bien, los socialistas se defendieron entonces asegurando que la ruptura del histórico acuerdo se produjo porque el líder agrario no fuese nombrado viceportavoz en la Diputación de León.
«Es sangrante que cobre este dinero. De acuerdo que es algo legal y que tiene derecho a ello, pero creo que no es ético porque no se dedica a la agricultura», denunciaba Llorente, mientras ironizaba con la posición en la que queda el PSOE, ya que por un lado defiende que las ayudas de la futura PAC vayan al agricultor activo, y por otro permite casos como el de Tino Rodríguez.
Igualmente, Llorente, visiblemente indignado con la situación, denunciaba que el 33 por ciento de las ayudas de la PAC en la provincia de León no van a los verdaderos profesionales agrarios, sino a los 'agricultores de sofá' y a los especuladores que, decía, «no saben ni donde tienen sus tierras ni han cultivado en su vida una puñetera patata».
Declaraciones que echan más leña al fuego a una relación entre el sindicato agrario y el PSOE de más de tres décadas, que se rompía hace un año cuando Llorente acusaba a los socialistas de León de haber perdido credibilidad así como de contar con gente entre sus filas que no vive los problemas del medio rural y que no dialoga, y por no tener capacidad para impulsar el desarrollo de los pueblos de la provincia.
Si bien, los socialistas se defendieron entonces asegurando que la ruptura del histórico acuerdo se produjo porque el líder agrario no fuese nombrado viceportavoz en la Diputación de León.
Tras el caso Ponferrada
Llueve sobre mojado con Tino Rodríguez al frente del PSOE de León. Y es que, a las críticas del dirigente agrario por sus cobros de la PAC, habría que sumar la división interna que provocó la gestión de Rodríguez en el caso Ponferrada, que llevó a la alcaldía al entonces socialista Samuel Folgueral a través de una moción de censura que se orquestó con el apoyo del independiente Ismael Álvarez, condenado por acoso sexual en el conocido caso Nevenka. La agrupación municipal del PSOE en la capital de León llegó a pedir su dimisión por haber provocado una crisis sin precedentes en el partido, y le acusaron de mancillar el ideal político y social del PSOE y de arruinar la credibilidad de los socialistas.
Una críticas que también llovieron, procedentes de otros puntos de una de las provincias con mayor arraigo socialista, tal como se demuestra su presencia en el mapa electoral, así como su peso en las Cortes de Castilla y León –bajo la batuta de Óscar López– y la Ejecutiva autonómica.