BATACAZO SOCIALISTA EN LAS MUNICIPALES FRANCESAS.

Victoria de la derecha y castigo a los socialistas franceses en las municipales
El Partido Socialista (PS) francés recibió ayer domingo un duro castigo en las elecciones municipales, la primera cita electoral desde la llegada de François Hollande a la Presidencia, aunque logró conservar el Ayuntamiento de París y la franco-española Anne Hidalgo se convertirá en la primera alcaldesa de la capital.
Jean-Marc Ayrault, primer ministro -al menos- hasta el inminente cambio de Gobierno que se espera anuncie hoy Hollande, dio cuenta de esa derrota con una lectura en clave nacional, motivada por las "reformas sin precedentes" de sus dos años de Gobierno, que requieren "coraje" antes de que "den sus frutos".
"El mensaje es claro. Debe ser plenamente entendido", dijo Ayrault, quien asumió su parte de culpa en una "responsabilidad colectiva" marcada por el "significativo desafecto" de quienes dieron su voto a los socialistas en las elecciones presidenciales y legislativas de 2012.
Los comicios municipales, celebrados a dos vueltas ayer y el pasado domingo y marcados por una abstención histórica de cerca del 38,5 %, han arrojado un balance muy favorable para el centroderecha, que recupera el terreno perdido en 2008, y un resultado histórico para el ultraderechista Frente Nacional (FN).
El centroderecha habría conseguido el 45,1 por ciento de los votos, la izquierda el 40,5 %, la extrema derecha el 6,85 y la extrema izquierda el 0,06 %, según los resultados del Ministerio del Interior, aún no definitivos.
Diez ciudades de más de 100.000 habitantes pasarán de la izquierda a la derecha, al igual que 40 municipios de 30.000 a 100.000 residentes. Además, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), primer partido de la oposición y aliado en las urnas con los centristas del MoDem y del UDI, logró arrebatarle al PS 105 localidades de más de 9.000 censados.
Los conservadores mantienen el poder en Marsella, segunda ciudad del país, y se impusieron en municipios como Angers o Quimper (oeste del país), Saint-Etienne (este), Angers y (sur), Reims (norte) o Toulouse (sur).
El presidente de ese partido, Jean-François Copé, aseguró que los resultados representan "una gran sanción para la izquierda" y exigió al Gobierno un cambio en la política fiscal, educativa y penal.
Las estimaciones, a falta de resultados oficiales, también preconizan un buen resultado para el partido de lidera Marine Le Pen, que no controlaba ninguno de los 36.600 municipios de Francia, y cuenta con imponerse hasta en quince ayuntamientos.
Los candidatos de la extrema derecha regirán, al menos, las alcaldías de Béziers y Fréjus (sur), Hayange (noreste), Beaucaire y Villers-Cotterêt (norte), que se suman al feudo del partido en la cuenca minera de Hénin-Beaumont (norte), consolidada ya en la primera vuelta. Además, el FN logró la victoria parcial en un barrio de Marsella de 150.000 habitantes.
"Desde ahora habrá que contar con una tercera gran fuerza política en nuestro país", declaró Le Pen en el plató de "France 2", donde anunció que el FN aspira a conseguir 1.200 concejales, lo que supone un espléndido trampolín para ese partido antieuropeista de cara a las elecciones al Parlamento Europeo (PE) del próximo 25 de mayo.
El Partido Socialista, que encajó un revés histórico, salvó el honor al conservar la alcaldía de París, que controla desde hace trece años y donde Hidalgo confirmó su condición de favorita al imponerse con el 54,5 % de los votos, frente a Nathalie Kosciusko-Morizet, exministra de Nicolas Sarkozy.
Además, el PS revalidó inesperadamente en Estrasburgo (noreste), y logró conquistar Aviñón (sur), que podía bascular hacia el Frente Nacional.
Pero su derrota global PS fue mayúscula, quizá la más amplia de su historia democrática en las municipales, a falta de resultados definitivos.
Una de las localidades que mejor ilustran el golpe encajado por los socialistas es Pau, municipio del sur del país donde que el PS había gobernado durante los últimos 43 años y que tendrá como nuevo alcalde a François Bayrou, presidente del partido centrista MoDem.
La impopularidad de Hollande, el jefe del Estado menos apreciado desde la fundación de la V República en 1958, el estancamiento de la economía, el avance del paro y el reciente giro neoliberal del presidente, que le acercan a los postulados de Bruselas y alejan de los votantes de izquierda, son algunos de los responsables del resultado electoral.
Ségolène Royal, exministra, excandidata presidencial y expareja de Hollande declaró en el plató de "France 2" que la votación "es una advertencia muy seria que hay que tomar en cuenta".
"Hay que cambiar de ritmo", dijo Royal.

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