EL PSOE DEBE ESTAR EN LA OPOSICIÓN.
Díaz insiste a Sánchez en que deben estar en la oposición
Susana Díaz, ayer con Ximo Puig en unas jornadas sobre regeneración democrática organizadas por el PSC en L’Hospitalet
Los socialistas no han movido un ápice su posición. Ni la petición de viejos dirigentes socialistas pidiendo que el PSOE favorezca la formación de gobierno, ni el anuncio de Rivera afirmando que pedirá al Rey que medie para que el PSOE se abstenga en la investidura de Rajoy han logrado su objetivo. Susana Díaz y Ximo Puig, desde Barcelona, han considera injusta la presión «que se quiere trasladar al PSOE, cuando la responsabilidad es del PP», ha afirmado el presidente valenciano. Para Ximo Puig «las derechas hasta ahora se han puesto de acuerdo y deben insistir en esta línea» mientras que al alimón Hernado decía que «Rajoy va por el buen camino». La presidenta andaluza se unió al coro ante «la injusta presión al PSOE porque el que ha ganado es el que tiene toda la responsabilidad y es quien debe trabajar para dar un gobierno a España», pero también mantuvo su postura de que el PSOE no gobernará, porque con 85 diputados en el Congreso su «sitio es la oposición». Y mostró su «respeto por Sánchez porque es el que debe gestionar estos días que no son nada fáciles»
Fuentes socialistas han confirmado a LA RAZÓN que además este fin de semana no hay previstas conversaciones, de ningún tipo, con el PP ni con C´s y mantienen la misma posición que verbalizó Ximo Puig: «No es razonable que el PSOE se abstenga. Hemos de estar en la oposición y la responsabilidad de gobierno recae sobre Rajoy». Esta tregua en las hostilidades para la formación de gobierno, en la que los partidos mantienen una guerra de nervios, ha sido aprovechada en el PSOE para poner tensión pensando en el próximo congreso de los socialistas. Susana Díaz y Ximo Puig han participado en una jornada convocada por el primer secretario del Baix Llobregat, la comarca más potente del PSC, Antonio Poveda, y el líder más crítico con Miquel Iceta, el principal apoyo de Sánchez.
Ximo Puig, en su intervención, abogó por incentivar un debate en el seno del PSOE «sobre el futuro de la democracia y de la socialdemocracia». Por su parte, Susana Díaz abogó por «una España plural y diversa en la que las diferentes sensibilidades sumen desde la comprensión mutua». Defendió que la regeneración democrática pasa «por la recuperación de la política, el consenso y los puentes del diálogo», porque, afirmó, «no quiero un país de unos contra otros». El congreso del PSC es el primer congreso socialista convocado antes del todavía sin fecha congreso federal. Díaz no tiene demasiados apoyos en Cataluña, más bien ninguno, pero trata de poner su pica en Flandes y romper la unanimidad en torno a Sánchez. Por eso, se ha acercado al líder del PSC del Baix Llobregat, ahora muy crítico con Iceta y que puede apoyar una candidatura alternativa en el próximo congreso socialista, que podría encabezar la madinista Núria Parlón. Los lazos ayer se estrecharon. «He leído que no tienes mi teléfono, pues apunta», le dijo Díaz a Antonio Poveda tras leer LA RAZÓN. «Ahora ya tengo su teléfono», explicaba encantado el dirigente socialista, que se puede convertir en un elemento clave en el futuro del PSC y, quién sabe, si el del PSOE.
Fuentes socialistas han confirmado a LA RAZÓN que además este fin de semana no hay previstas conversaciones, de ningún tipo, con el PP ni con C´s y mantienen la misma posición que verbalizó Ximo Puig: «No es razonable que el PSOE se abstenga. Hemos de estar en la oposición y la responsabilidad de gobierno recae sobre Rajoy». Esta tregua en las hostilidades para la formación de gobierno, en la que los partidos mantienen una guerra de nervios, ha sido aprovechada en el PSOE para poner tensión pensando en el próximo congreso de los socialistas. Susana Díaz y Ximo Puig han participado en una jornada convocada por el primer secretario del Baix Llobregat, la comarca más potente del PSC, Antonio Poveda, y el líder más crítico con Miquel Iceta, el principal apoyo de Sánchez.
Ximo Puig, en su intervención, abogó por incentivar un debate en el seno del PSOE «sobre el futuro de la democracia y de la socialdemocracia». Por su parte, Susana Díaz abogó por «una España plural y diversa en la que las diferentes sensibilidades sumen desde la comprensión mutua». Defendió que la regeneración democrática pasa «por la recuperación de la política, el consenso y los puentes del diálogo», porque, afirmó, «no quiero un país de unos contra otros». El congreso del PSC es el primer congreso socialista convocado antes del todavía sin fecha congreso federal. Díaz no tiene demasiados apoyos en Cataluña, más bien ninguno, pero trata de poner su pica en Flandes y romper la unanimidad en torno a Sánchez. Por eso, se ha acercado al líder del PSC del Baix Llobregat, ahora muy crítico con Iceta y que puede apoyar una candidatura alternativa en el próximo congreso socialista, que podría encabezar la madinista Núria Parlón. Los lazos ayer se estrecharon. «He leído que no tienes mi teléfono, pues apunta», le dijo Díaz a Antonio Poveda tras leer LA RAZÓN. «Ahora ya tengo su teléfono», explicaba encantado el dirigente socialista, que se puede convertir en un elemento clave en el futuro del PSC y, quién sabe, si el del PSOE.